sábado, 24 de enero de 2009

Merchandaising celeminesco y Cajón de Sastre

MERCHANDAISING CELEMINESCO


Blusa del Celemín/ Souvenir de Hong-Kong


Despedida de Gato. Carnavales de Santoña 2008


Despedida de Jumy. Fiestas de Cuellar 2005


Despedida de Tomi. Carnavales de La Bañeza 2004

Curpillos 2003


Fiestas de San Pedro 2002


Despedida de Rodrigo. Nava (Asturias) 2002


Despedida de Paco. Fiestas de San Pedro. Soria 2001


Curpillos 2001


Despedida de Suri. Capea en la Finca del Tío Simón. Calahorra 2000


Fiestas de San Pedro 2000


Despedida de Ramsex. Ribadesella 2000


Despedida del Tío Visa. Carnavales de Ciudad Rodrigo 2000



Escudo de la UCE (Universidad Celemítica)

Escudo del Celemín

CAJÓN DE SASTRE


Si sabeis el año en el que se tomaron estas fotos, por favor, hacedmelo saber.
Gracias

miércoles, 14 de enero de 2009

lunes, 12 de enero de 2009

martes, 6 de enero de 2009

Los orígenes. Manifiesto Siatel de Burgos

LOS ORÍGENES DEL CELEMÍN

La idea de crear una Asociación surgió en una acampada en Hontoria del Pinar en Agosto de 1994, cuando estábamos charlando en una torrentera, al lado de la fuente de la Raposa, junto a la única isla fluvial del río Lobos. Hablando sobre las antiguas unidades de medida: fanega, cuartillo de leche, celemín…. , acordamos dar a la nueva asociación el nombre de Asociación de Senderismo y otras Actividades “El Celemín”.
Acampada en Hontoria del Pinar

Con esa idea procedimos a elaborar los Estatutos y demás requisitos necesarios para registrar la asociación y legalizarla. La Asociación quedó formalmente registrada en el registro autonómico, Sección 3ª, el 14 de Octubre de 1994; y fue registrada en el registro municipal de Burgos, el 10 de febrero de 1997.

Entre los objetivos de la Asociación, recogidos en los Estatutos, están:

Promover el conocimiento y defensa de la Naturaleza.

Potenciar el conocimiento de las rutas de interés turístico que discurren por la provincia de Burgos.

Desarrollar actividades culturales de todo tipo.


Han sido muchas las actividades que se han desarrollado a lo largo de todos estos años, y muchos, los buenos momentos vividos en un ambiente de amistad.
La siguiente muestra de fotografías quiere servir de recordatorio de esos momentos y de estímulo para continuar haciendo cosas, para continuar disfrutando.
MANIFIESTO DEL “JEFE SIATEL” DE BURGOS:
D. LUCIO RUIZ ALONSO, CABRERO DE QUINTANAR

Conocimos a Lucio en septiembre de 1989, cuando un grupo de amigos fuimos a pasar unos días de acampada a Quintanar. Entabló conversación con nosotros y nos guió en un paseo por el monte, enseñándonos: huellas de dinosaurios, cueva Andrés, los sientos del tío Manarras, la cuna del tío Manarras, y otras formas petreas que integraban su particular Universo. Nos llevó, también al recientemente inaugurado vertedero de Quintanar y nos manifestó su indignación por semejante atentado contra la Naturaleza. Más tarde nos condujo a su “rancho” y nos animó a ordeñar sus cabras. Finalmente nos dió un viejo cuaderno de dibujo infantil en el que, aprovechando las caras de las hojas no usadas, había escrito sus pensamientos y reflexiones, algunas poesías, y había dibujado los planos con las localizaciones de iglesias, ermitas, asientos, tumbas, pilas, huellas de dinosaurios….. . El texto que ahora sigue es la transcripción de esas reflexiones que escribió Lucio, el cabrero de Quintanar, el amigo del Tío Manarras:

Acampada en Quintanar de la Sierrra 1989

A la orilla del río Arlanza, yo me pongo a pensar dónde vamos a llegar. Unos por alcahuetes, otros por hombres de vergüenza, todos a callar y llevar al infierno a todo el mando y también nosotros vamos allí a declarar. Veremos quienes somos los que echamos las drogas a los ríos, los hijos al infierno, los animales a la gloria y las aves al cielo a descansar.

Subimos a la Campiña y desde el mojón del muelle vemos mucho más correr las drogas que por encima pasan. Ya no quedan buitres para limpiar, más que carníbulos en los hoteles y en los bares: comer y beber sin pensar en las drogas que nos tragamos, y a esos capitalistas a ver cómo las apartan ya y se las echan a los perros vagabundos y después ellos las entierran donde no les contagien a ellos y a para que se puedan apartar para no ir a declarar al infierno delante del tío Manarras y compañeros que allí están para pedirnos cuentas a unos y a otros, y a la romana para pesar los unos y otros conservadores de la humanidad entera.

Mal camino llevamos con la salud, con el campo, con la ganadería, con los ríos, con el pinar, con la juventud. Los viejos no podíamos dar un buen vistazo a los pinos mayos y pinos en traje puesto para ser mayo y los que desde aquel día tan triste de aquel 18 del 36. Tantos días han amanecido y han anochecido, tantos truenos han caído, tantos vientos han andado, tantos pinos han sido derrumbados por los vientos, otros han sido por los malos pensamientos. Hagan cuentas y números para ver los que habían en marcha de pinos mayos y los que hoy en esos pinos que hoy llevan en marcha, haber cuantos llevan la marcha de mayos y los que llevan de garapatones o huecos o de barras de gancho.

¿No es cierto que había miles de pinos mayos en la pinochada, Don Fermín?, ¿No había en el Campo Sanza al calero Corococo también muchos más?, y en los demás sitios ¿no estaban en las mismas condiciones?, ¿no es cierto que entonces no había hachos, no había el egoísmo que hoy tenemos, la malicia que hoy tenemos?. ¿De quién es: de la justicia o del tío Manarras quien los apodo cuando eran pequeños?. ¿El tío Manarras y compañeros o los egoístas que se los han llevado y siguen llevando?.

¿No es cierto que el tío Manarras y compañeros se dedicaban a apodar los pinochos para ahora nosotros encontrar esta cantidad de millones de pinos mayos?. Y, ahora, ¿qué vamos a encontrar con esta triste marcha los venideros?. ¿No es cierto que van las cosas así, en esta marcha: haciendo cotos y no limpiándolos, ni apodándolos en pasando el cuarenta de Mayo, ni limpiando para no tener peligro de incendio y respirar mejor el pino, y tener más hacienda para mantener la humanidad?

Pues yo, encargado del tío Manarras les puedo enseñar todas estas tantas y tantas cruces y pilas y sientos que creo que no puede nadie enseñarles tanto y tan antiguo como yo les puedo enseñar que son así.



Hablando de cueva hermosa, se encuentran dos antiguas tribus o iglesias, como las quieran llamar o considerar, completamente abandonadas y olvidadas y despreciadas. Ahora el señor presidente, el señor gobernador, el señor alcalde, entre todos han hecho un gran bloque de drogas para llenar toda la patria entera con el reparto de hongos y níscalos que serán cogidos y repartidos por todos en general, y que bien para ellos. Los que protestamos que malos somos.

Que dicen los jóvenes qué está bien y qué está mal. Y del río qué dice, y del monte que es de todos para conservar la salud. El tío Manarras desea ver firmas de si o no en aquel escrito para presentarlo en Cortes, delante de todos los altos mandos y al lado de esta poesía, “Un Duro al año”:

Monte arriba, cara al viento, iba yo un día dando descanso a mi alma
Al subir una cima, un rebaño me encontré que se me venía encima.
Pasaba las parejas por los ásperos caminos, al son de las esquilas, un berbe zagalejo.
se acerca a mi que me aspiro, yo le pregunté - ¿Cuántos años tienes?-
Y el me contestó – 13 - , ¿Tienes padre? – No -, ¿Cuánto ganas? – Un duro –
¿Al día? – No -, ¿Al mes? – Te he dicho que al año serrano -.
Yo me eché mano al bolsillo y mis ahorros yo en el de él entregué, y dándole consejos quise aprendiera a leer y escribir. Le dejé que fuera con sus ganados y yo me senté en un pino mal hecho y ocultándome la cara con las manos, pasaban por mis memorias Reyes, Templos y ciudades, y cuantas veces vemos berbes zagalejos que ganan un duro al año, cuantas veces no habremos gastado en un mal fumar, en un mal comer, en un mal hacer y sin embargo vemos berbes zagalejos que ganan un duro al año y luego nos extrañará cuando lo oigamos gritar en lo alto del escaño: yo soy aquel berbe zagalejo que ganaba un duro al año y a aquellos dos malvados que a aquella pobre pastora mataron yo a la cárcel, yo los he echado. Y el uno al morir en la cárcel gritaba: el que con hierro mata con hierro tiene que morir, y el otro en el infierno lo que debamos tenemos que ir a sufrir.

Dí qué te pasa por qué me has aborrecido, qué falta yo he cometido para olvidar el querer que me diste y te he dado, deveras los has olvidado, pues no te lo puedo creer aunque si me lo has jurado.

Ja, ja me haces reir si es verdad lo que me han dicho, o acaso ha sido un capricho. Para un siempre mal vivir no es menester este oficio. Cariño y amor te dí y además todo mi dinero qué más quieres de un obrero, si soy poco para ti haberlo pensado primero. Y ahora no estoy en un desierto donde no te puedo ver, pero si desearía que me dijeras los tres camos de la estrella de 5 puntas que encierra en su juego.

Estas poesías y estos escritos y estos dibujos y cruce y pilas primitivas dan un sobresusto a vosotros jóvenes, que como no os pongáis en vuestro sitio os llegará un pisotón más fuerte que el de aquel pastorcillo que el duro ganaba al año. No os dejeis ganar ni pisar. Daros cuenta y pensad. Suerte.

Dibujos de Lucio